miércoles, 18 de junio de 2014

¿Sexo durante el embarazo? ¡Claro! La vida no se detiene - Incluye video y posiciones adecuadas


Hay mujeres que pueden tener relaciones sexuales hasta una semana antes de tener su hijo”, afirma el siquiatra Pol Bravo.

Las cargas hormonales convierten a la embarazada en ‘un volcán en erupción’, pero no es tiempo de probar las posiciones del ‘Kamasutra’.

Durante los tres primeros meses de la gestación pueden presentarse tres tipos de sensación en la mujer. “Primero, complejo de culpa y rechazo sexual o inhibición; segundo, temor producto de los cambios físicos que se están generando, y tercero, el apetito sexual se mantiene a pesar de la carga hormonal”, explica el siquiatra sexólogo Carlos Pol Bravo.

Sin embargo, está comprobado que el sexo durante el embarazo es más usual de lo que se cree. Sobre todo en los primeros meses, por la irrigación sanguínea y la exaltación de los estrógenos. Además, la gestante está más desinhibida, porque durante la gestación no hay riesgo de volver a quedar embarazada.

“Después del tercer mes, se aleja un poco la intención sexual de la pareja por molestias como los mareos y las náuseas que perjudican la estética del mundo erótico”, según Fernando Bohórquez, director de la Cínica Colombiana de Sexualidad Familia y Pareja.

Contraindicación
A pesar del proceso sicológico y físico por el que atraviesa la futura madre, el coito está contraindicado solamente si se presentan sangrados o molestias y si el ginecólogo determina que es un embarazo de alto riesgo.

No hay que olvidar que “la sexualidad es mucho más amplia, y en esta etapa de la vida, la masturbación y las caricias hacen parte fundamental del placer. “Incluso, hay mujeres que pueden tener relaciones sexuales hasta una semana antes de tener su hijo”, afirma el siquiatra Pol Bravo.

Esto no significa que las relaciones sexuales durante los nueve meses sean exactamente iguales que en la época preconcepcional. El sexo brusco puede generar molestias como coitalgias (dolor en la vagina), porque el útero y el vientre tienen mayor tamaño de lo normal. Para evitarlas, es importante la comunicación de la pareja. Así, ambos se ponen de acuerdo con el ritmo y la fuerza de la relación íntima.

¿Y el bebé?
Es importante entender que el líquido amniótico donde está el feto anidado es una almohada que funciona como amortiguador. “Un aborto podría ocurrir con el simple movimiento del bus cuando pasa por una superficie llena de huecos.
La vibración mecánica demuestra que se puede afectar el feto por factores externos sin que haya coito”, explica Pol Bravo. Justamente, para prevenir accidentes, hay algunas posiciones sexuales que permiten un acople del cuerpo sin necesidad de tocar el amortiguador natural del vientre.

Preparación
Para realizar el encuentro erótico, es conveniente estar en un lugar cómodo y con facilidad de movimiento. Se recomienda el uso de almohadas, para mantener los rincones del cuerpo apoyados y evitar molestias.
Las relaciones anales, en este caso, no son adecuadas, según lo plantean los especialistas, porque se necesita experiencia anterior para hacerlo y hay que controlar el nivel de higiene para prevenir infecciones, más que todo en esta época, porque la embarazada está propensa a padecerlas.
Las maratones sexuales tampoco son adecuadas, pues pueden causar orgasmos consecutivos en la embarazada, los cuales incrementan el riesgo de sufrir calambres uterinos por la contracción vaginal. Las posiciones del ‘Kamasutra’ practíquelas después de los 40 días del puerperio, cuando el cuerpo de la mujer comienza a recuperarse.

Tenga en cuenta
El movimiento brusco y la penetración profunda no son adecuados durante el embarazo. Además, la excitación que se produce en el tercio externo de la vagina, donde están todas las terminaciones nerviosas, es suficiente para lograr un orgasmo, porque es la parte más sensible del órgano femenino.
En cambio, la presión que se genere en el útero es negativa porque podría afectar al bebé.
La fuerza en la penetración debe ocurrir en un momento preorgásmico. “Los buenos amantes disfrutan más con el roce que con la profundidad”, comenta Carlos Pol Bravo.
Un nuevo acontecimiento en la pareja supone reacomodamientos que los incentiva a seguir juntos, más allá de los motivos primarios por los cuales decidieron unirse.
Traer un hijo al mundo es uno de los acontecimientos posiblemente más críticos o más beneficiosos dentro de una pareja, por los múltiples cambios que este provoca. La mujer se somete a diversos cambios físicos y hormonales, que repercuten en sus estados de ánimo. Ella debe adaptarse a su nuevo cuerpo y por ellos pueden aflorar inseguridades hacia su pareja, producto de los kilos de más. Por otra parte, mientras unas mujeres aumentan su libido estando embarazadas otras lo diminuyen, por lo mismo su pareja debe prestarles mucha mas atención, fomentar la paciencia y no dejar a un lado el romanticismo.
En algunos casos el hombre puede ver a su pareja como madre y no como su amante, aumentando su instinto protector más que sexual. Es muy importante conversar entonces cuales son las nuevas emociones y sensaciones en este nuevo periodo. Si existen miedos plantearlos para fortalecer la relación.
La vida sexual
Producto de los cambios físicos, las posiciones sexuales se ven afectadas teniendo que modificar sus técnicas, cuidando el abdomen. Posiciones laterales o donde la mujer tenga total control sobre la penetración, como lo son las posiciones donde ella se coloca encima.
El proceso de embarazo es un buen momento para la exploración sexual y buscar la plenitud sexual en ambas partes, sin necesariamente acudir a la penetración. Ya que todo el cuerpo es sensible a los estímulos, es importante derribar los prejuicios de una inadecuada educación sexual que delimitan la sexualidad tan solo a la zona genital.  También es importante cuidar la higiene durante el embarazo, principalmente la del varón, para prevenir la aflora de gérmenes extraños al ambiente vaginal.
Podría decirse entonces que no existe inconveniente para continuar con una vida sexual normal durante el embarazo, si se consideran los cambios propios y los cuidados apropiados (aumento de abdomen y cantidad de hormonas). Se debe estar atento a cualquier eventualidad como sangrado, el cual debería ser motivo para suspender cualquier tipo de penetración y consultar al médico.
El embarazo es sin duda una etapa que, bien vivida, fortalecerá a la pareja y la renovará en todos sus aspectos. Después del alumbramiento la madre sufrirá otros cambios y por supuesto otra adaptación psicológica y emocional al tratar de comunicarse con su hijo. Si esta etapa se comparte con la pareja  se inicia un nuevo proceso en que cada integrante cumple un rol particular, estimulando principalmente al desarrollo físico, psicológico y afectivo del recién venido.
1.- En esta postura, conocida popularmente como 
"las cucharas", la barriga está a salvo de la opresión 
y los miembros de la pareja se pueden tocar.

2.- La mujer está tumbada boca arriba 
y el hombre a cuatro patas sobre ella.
3.- Esta es una de las posturas favoritas de las parejas. La mujer está colocada encima del hombre y él está tumbado bocarriba. Ella controla la profundidad y el ritmo de la penetración.

4.- En una silla o sillón, el hombre se sienta cómodamente 
y la mujer se coloca de espaldas sobre él. En esta posición, 
ella tiene total libertad de movimientos.
5.-  Esta postura es una versión de la anterior. 
El hombre se sienta en la silla y la mujer sobre él cara a cara.
6.- En esta postura sexual la mujer está 
tumbada sobre el hombre y apoyada en sus brazos.
7.- La mujer se coloca de rodillas o a cuatro patas 
y el hombre detrás de ella. Para algunas mujeres 
esta postura es muy placentera.


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