Pues, parece que ahora los factores se invierten y tocará decir: “NO HAY BIEN QUE POR MAL NO VENGA”. Esta nueva acepción del viejo refrán comenzó a hacerse realidad desde la aparición de la telefonía móvil o celular y se ha acentuado mucho más desde la llegada de los smartphones, lo cual ha dado origen a una nueva sentencia:
“UN CELULAR ES ALGO QUE TE ACERCA A LOS QUE ESTÁN LEJOS
PERO TE ALEJA DE LOS QUE TIENES CERCA”.
Y en verdad, es patético ver cómo la tecnología, a través de las redes sociales se ha apoderado de la voluntad de millones de seres humanos. La gente asiste a cenas, cumpleaños, bautizos, matrimonios, paseos a la playa y todo tipo de actividades sociales o familiares con el pretexto de estar juntos pero, aunque están en el mismo lugar, cada quien se aísla en una especie de burbuja informática de la cual no salen ni siquiera para conversar de viva voz con quien está en frente o a su lado ya que prefiere hacerlo por Whatsapp, Messenger, Line, Vibe o cualquiera de las redes sociales.
Comenzaremos por la más leve: la "whatsappitis". Sí, sí, no es broma. La revista Lancet ha publicado un caso de este problema. ¿En qué consiste?: en una tendinitis del pulgar que se manifestó como un dolor intenso en ambas muñecas. Preguntando a la paciente por antecedentes traumáticos, estos no existían. Sin embargo se constató que "sostuvo su móvil, que pesaba unos 130 gramos, durante al menos seis horas. En ese tiempo, realizó continuos movimientos con ambos pulgares para enviar mensajes". Era Nochebuena y había muchas felicitaciones que contestar...
Selfieadicción suicida
La siguiente enfermedad es mucho más grave y casi acaba con la vida del paciente. Como ya saben, se han puesto de moda los "selfies", las autofotos que, quien más quien menos, todos nos hemos hecho... dentro de un orden. El caso que nos ocupa se trata de un adolescente de 19 años, "el primer selfieadicto de la historia" según titular del diario El Mundo. Este muchacho empleaba hasta 10 horas diarias en realizarse autofotos que luego colgaba en redes sociales. Al parecer, no obtenía comentarios muy favorables sobre su aspecto físico lo que le llevó a un intento de suicidio, afortunadamente frustrado por su madre. El caso se ha catalogado como una variante de dismorfofobia. Antes de llegar a ese intento de autolisis este muchacho, según sus palabras, perdió a todos sus amigos, su educación y casi también pierde la vida. El tratamiento recibido ha incluido, como no podía ser de otro modo, una eliminación completa del móvil de la vida del paciente que lleva ya siete meses sin realizarse una foto de este tipo.
Pueden parecer casos anecdóticos o más o menos curiosos... pero no lo son. Las nuevas tecnologías tienen múltiples ventajas y el smartphone forma no solo parte de nuestras vidas sino casi es ya una prolongación de nuestra anatomía, un miembro más de nuestro cuerpo... pero hay que estar alerta. Porque el uso-abuso-mal uso de este aparato y de otros chismes similares puede desembocar en serios problemas de salud.
Nomofobia
Vivir pegado las 24 horas del día a nuestro smartphone es un problema al que han bautizado “Nomofobia”. Se trata de la dependencia total del smartphone en nuestras vidas, no poder salir de casa sin él ya que este hecho derivaría en angustia, estrés y otros problemas psicológicos similares. Un estudio realizado por la Universidad de Kent State de Ohio determinó que cada vez son más las personas que sufre esta fobia y muchos ni siquiera no lo saben.
Phubbing
Sumergirse en el smartphone dejando en segundo plano el mundo real es también un mal común en los usuarios de los teléfonos inteligentes. Pero cuando usamos el smartphone y obviamos a las personas que nos rodean, esta actitud es llamada “Phubbing”, además de ser catalogado como un mal comportamiento y falta de respeto a las personas que nos rodean.
Vibranxiety
La dependencia a los smartphone es grande, es por eso que muchas personas viven pendientes a su teléfono inteligente. Pero otros lo revisan así no suene, no vibre o reciba una alerta. Pueden llegar a revisar su smartphone más de 20 veces en una hora a pesar que no han recibido una llamada o alerta. Este mal también es conocido como “ingxiety” o “fauxcellarm”. Según expertos este mal es de índole psicológico.
Felizmente estos males “modernos” tienen muchas soluciones, pero la más rápida es empezar a despegarnos de nuestro smartphone paulatinamente, intente salir de casa sin él por ejemplo.
Whatsappitis, "selfieadicción"
y otras patologías tecnológicas
El uso-sobreuso-mal uso de los smartphones está produciendo "nuevas" patologías", o bien, para precisarlo mejor, nuevas formas de presentación de enfermedades ya conocidas pero que tenían otras causas y/o otras manifestaciones clínicas.Comenzaremos por la más leve: la "whatsappitis". Sí, sí, no es broma. La revista Lancet ha publicado un caso de este problema. ¿En qué consiste?: en una tendinitis del pulgar que se manifestó como un dolor intenso en ambas muñecas. Preguntando a la paciente por antecedentes traumáticos, estos no existían. Sin embargo se constató que "sostuvo su móvil, que pesaba unos 130 gramos, durante al menos seis horas. En ese tiempo, realizó continuos movimientos con ambos pulgares para enviar mensajes". Era Nochebuena y había muchas felicitaciones que contestar...
Selfieadicción suicida
La siguiente enfermedad es mucho más grave y casi acaba con la vida del paciente. Como ya saben, se han puesto de moda los "selfies", las autofotos que, quien más quien menos, todos nos hemos hecho... dentro de un orden. El caso que nos ocupa se trata de un adolescente de 19 años, "el primer selfieadicto de la historia" según titular del diario El Mundo. Este muchacho empleaba hasta 10 horas diarias en realizarse autofotos que luego colgaba en redes sociales. Al parecer, no obtenía comentarios muy favorables sobre su aspecto físico lo que le llevó a un intento de suicidio, afortunadamente frustrado por su madre. El caso se ha catalogado como una variante de dismorfofobia. Antes de llegar a ese intento de autolisis este muchacho, según sus palabras, perdió a todos sus amigos, su educación y casi también pierde la vida. El tratamiento recibido ha incluido, como no podía ser de otro modo, una eliminación completa del móvil de la vida del paciente que lleva ya siete meses sin realizarse una foto de este tipo.
Pueden parecer casos anecdóticos o más o menos curiosos... pero no lo son. Las nuevas tecnologías tienen múltiples ventajas y el smartphone forma no solo parte de nuestras vidas sino casi es ya una prolongación de nuestra anatomía, un miembro más de nuestro cuerpo... pero hay que estar alerta. Porque el uso-abuso-mal uso de este aparato y de otros chismes similares puede desembocar en serios problemas de salud.
Nomofobia
Vivir pegado las 24 horas del día a nuestro smartphone es un problema al que han bautizado “Nomofobia”. Se trata de la dependencia total del smartphone en nuestras vidas, no poder salir de casa sin él ya que este hecho derivaría en angustia, estrés y otros problemas psicológicos similares. Un estudio realizado por la Universidad de Kent State de Ohio determinó que cada vez son más las personas que sufre esta fobia y muchos ni siquiera no lo saben.
Phubbing
Sumergirse en el smartphone dejando en segundo plano el mundo real es también un mal común en los usuarios de los teléfonos inteligentes. Pero cuando usamos el smartphone y obviamos a las personas que nos rodean, esta actitud es llamada “Phubbing”, además de ser catalogado como un mal comportamiento y falta de respeto a las personas que nos rodean.
Vibranxiety
La dependencia a los smartphone es grande, es por eso que muchas personas viven pendientes a su teléfono inteligente. Pero otros lo revisan así no suene, no vibre o reciba una alerta. Pueden llegar a revisar su smartphone más de 20 veces en una hora a pesar que no han recibido una llamada o alerta. Este mal también es conocido como “ingxiety” o “fauxcellarm”. Según expertos este mal es de índole psicológico.
Felizmente estos males “modernos” tienen muchas soluciones, pero la más rápida es empezar a despegarnos de nuestro smartphone paulatinamente, intente salir de casa sin él por ejemplo.
Stromae, joven e irreverente cantante belga, describe la situación actual, especialmente con el video animado, en el tema Carmen. Hemos extraído algunos fotogramas que son muy dicientes:
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