'En 30 años la ciencia nos
llevará a la inmortalidad'
llevará a la inmortalidad'
José Cordeiro habla sobre 'el poshumano', ser perfecto, que se comunicará a través de la telepatía.
El ser humano, desde que existe, ha estado preocupado por prolongar su existencia a toda costa. Mucho se habló hace siglos sobre la "El elixir de la eterna juventud", que no pasó de ser un simple sofisma o utopía. La única inmortalidad lograda hasta ahora es la metafórica, la que consiguen quienes dejan una huella o una obra digna de recordar a pesar del paso del tiempo. casos como los de Galileo, Mozar, Bethoven, Miguel Ángel, Van Gogh, Eistein, etc., lo demuestran.
Por: NICOLÁS CONGOTE GUTIÉRREZ | Tomado de El Tiempo - Colombia
Un mundo de seres genéticamente perfectos, comunicados entre sí por medio de telepatía, con vida indefinida y de inteligencia superlativa. Suena a sinopsis de película de Hollywood, pero se trata de ciencia y tecnología puras.
La visión de cómo viviremos dentro de 30 años limpia del imaginario a robots que se rebelan ante la humanidad o invasiones extraterrestres. En cambio, pone en escena conceptos como inteligencia artificial, fusionados con investigaciones con células madre, medicina regenerativa y clonación de órganos.
Ese futuro de nuestro pasado, que hoy llamamos presente, va a enfrentar cambios acelerados que modificarán radicalmente a la humanidad. “En los próximos 20 años vamos a ver más avances que en los últimos 200”, dice el Ph. D. José Luis Cordeiro.
José Cordeiro mostrando el codificador personal del
genoma humano. El primero costó un millón de dólares.
Actualmente vale dos mil y dentro de diez años
se podrá conseguir por solo diez dólares.
Este ingeniero mecánico venezolano es profesor y asesor de la Universidad de la Singularidad, en Estados Unidos (financiada por Google, la Nasa y aportes privados), especialista en temas de energías renovables. Habla inglés, español, francés, portugués y alemán, tiene conocimiento básico de japonés y coreano, y sella su pasaporte semana a semana viajando a estudiar nuevas tecnologías y analizar cambios que se avecinan.
Cordeiro coordina estudios del Millennium Project para América Latina, iniciativa que comenzó hace 20 años como la parte futurista de la Universidad de las Naciones Unidas y que hoy es una ONG internacional independiente. No vive en un país: vive en todos, aunque su ruta común pasa por Estados Unidos, Japón, Corea, Rusia, España y varios de Latinoamérica.
Durante uno de estos viajes, habló con EL TIEMPO acerca de la muerte y las características del hombre del futuro: el posthumano.
¿Cómo llegaremos a la vida indefinida?
La ciencia está avanzando a un paso tan acelerado que cosas que parecían impensables se vuelven cada vez más reales. Desde el punto de vista del hardware –la parte biológica– y del software –el procesamiento del cerebro humano–, en los próximos treinta años vamos a duplicar y aumentar estas dos cosas, lo que nos permitirá la vida indefinida, por no decir la inmortalidad. Ahora, uno nunca puede ser inmortal porque si nos cae un piano en la cabeza, nos deja ‘pianizados’; o si viene un asteroide y se estrella contra la tierra, desaparece la civilización. Lo que sí se puede es controlar el envejecimiento, y en eso se está trabajando.
¿Cómo están trabajando?
Un ejemplo específico es que hace 10 años se creó la Fundación Matusalén, para hacer ratones que vivan mil años. En este tiempo se han creado algunos que viven el equivalente a 300 años humanos. Equivalentes porque un ratón vive año y medio y ya hay unos que llegan a tres. En 10 o 20 años tendremos ratones que vivan 1.000 años humanos. Cuando estas tecnologías sean perfeccionadas y entendidas, se utilizarán en otros animales y, eventualmente, en humanos. También se trabaja en células madre, medicina regenerativa y clonación de órganos. Todas las partes del cuerpo van a ser regeneradas con estas tecnologías.
Habla de que llegaríamos a ser genéticamente perfectos...
Esto va a ser realidad porque las parejas podrán seleccionar, uno a uno, los mejores genes, en lugar de dejarlo al azar. De hecho, la reproducción tradicional que nos ha traído hasta acá va a ser penalizada y hasta criminalizada, porque para qué traer a un individuo subóptimo o con características que la persona misma no querría. Esto nos permitirá seguir con la evolución, pero una evolución mejorada.
¿Ello no llevaría a quienes puedan acceder a esto a ejercer poder sobre los demás?
Estos son los escenarios distópicos del mundo. Lo mismo se dijo cuando apareció la televisión, y luego con los teléfonos celulares. Hoy todos los tienen. Lo mismo va a pasar con la secuenciación del genoma y la longevidad indefinida o inmortalidad. Las tecnologías comienzan siendo caras y malas. Cuando se masifican y son de consumo popular, se vuelven baratas y buenas. Y esto ocurre cada vez más rápido.
¿Y eso de que en 10 años secuenciar el genoma humano costará 10 dólares?
El primer genoma humano se secuenció al cabo de 13 años, entre 1990 y el 2003, por más de mil millones de dólares. Hoy se secuencia por 1.000 dólares. En 10 años se pagarán 10 dólares y todo el mundo lo va a hacer. Los primeros a quienes se lo secuenciaron fueron los millonarios, y los resultados fueron malos y tomaban tiempo. En el futuro, los resultados van a ser buenos, rápidos y baratos, y mejorarán las expectativas de todos, incluso de los más pobres.
Se habla mucho de inteligencia artificial. ¿Qué papel tendrá, pensando en el futuro?
El procesamiento del cerebro está avanzando muchísimo, por esto y por la ley de Moore –Gordon Moore, cofundador de Intel, descubrió que cada dos años el poder de los computadores se duplica y su precio se reduce–. Estimamos que entre el 2029 y el 2045 vamos a tener inteligencia artificial equivalente a la inteligencia humana, que reproducirá todas las características del pensamiento: sentimientos, emociones y experiencias. Esto permitirá copiar la información del cerebro, subirla a la nube y aumentar nuestros cerebros, que estarán conectados a internet. Así accederemos a toda la información de la humanidad. Muchas de estas cosas parecen ciencia ficción porque lo son, pero mañana serán reales.
¿En qué plazo llegarán todos estos cambios?
En las dos décadas que vienen veremos más avances que en los últimos dos siglos. Estamos viviendo un momento de cambios acelerados, con tecnologías exponenciales que van radicalmente a cambiar la humanidad. Vamos a tener vidas indefinidas, con mejor salud, inteligencia, fortaleza, creatividad. Una de las tecnologías más revolucionarias será la telepatía científica, aunque la gente piense que es algo de magos o de brujos.
¿Y qué es eso?
La transmisión de pensamientos de cerebro a cerebro va a ser posible y cambiará radicalmente a la humanidad. Hablar, aunque es una tecnología, es bastante primitivo e ineficiente porque tiene una banda de comunicación muy estrecha; tengo que hablar palabra por palabra y usted tiene que escuchar palabra por palabra. Todo lo que quiero decir está en mi mente y no lo puedo transmitir porque el lenguaje es de banda estrecha. A través de la comunicación de mente a mente, en un segundo puedo pasar lo que quiero decir. Son cambios revolucionarios, no locuras ni brujería; es ciencia.
¿Podremos afrontar todos estos cambios?
Va a ser drástico. Nosotros descendemos de los simios y, a pesar de que somos 99 por ciento iguales, el cambio evolutivo del uno por ciento del genoma es enorme. Lo que viene ahora va a ser más radical que el cambio del chimpancé al humano. Vamos a entrar en la época de transición del humano al posthumano, un ser aumentado gracias a la tecnología. Incluso, cosas malas que tenemos las mejoraremos. Nuestros cinco sentidos son de los peores, incluso entre los animales. Los perros oyen mejor, los gatos ven mejor, muchos animales huelen mejor. Vamos a aumentar sentidos, capacidades e inteligencias.
Con tanta tecnología, ¿no seremos esclavos de ella?
Gran parte de la humanidad va a utilizar la inteligencia artificial, es decir, creada por nosotros, para aumentar su inteligencia. Un ejemplo son los celulares que hoy todo el mundo usa, incluso en África, el continente más pobre del mundo. Esto era impensable hace 20 años. Estos teléfonos permiten aumentar la inteligencia y usar nuestros cerebros en otras cosas. Ya nadie emplea el cerebro para aprenderse un número. También están las gafas, que son y no son parte nuestra. Gracias a ellas tenemos una visión normal. En el futuro podremos usar lentes más avanzados para aumentar nuestra visión, lo mismo va a pasar con la inteligencia. Eso es unir el mundo real con el virtual, como sucede con las gafas de Google, por ejemplo.
¿Y esas amenazas de guerras con robots u otros seres?
Eso es la ciencia ficción de Hollywood, que exhibe los escenarios distópicos, que son los que más venden. También es una mentalidad muy occidental. La oriental, si se va a Japón, Corea, China, ellos piensan que los robots son buenos. Y no solo eso, sino que ayudan a los humanos y pueden ser incluso mejores. En Japón, los niños han crecido viendo robots, los quieren e incluso hay libros entre los más vendidos de cómo tener sexo con un robot. Estos no son marcianos que nos invaden. No es una conquista de extraterrestres. Estas son tecnologías de los humanos para los humanos, que mejoran nuestras condiciones de vida.
Ya que habla de extraterrestres, ¿cómo visualiza la vida en otros planetas?
Hace 20 años no se sabía que había planetas fuera del Sistema Solar. Se lo imaginaban los científicos, pero no se había podido verificar. Hoy, en el 2014, sabemos que hay más de 1.000 planetas y que cada año se descubren cientos más. En los próximos, telescopios espaciales que enviarán organismos como la Nasa van a poder detectar las formas de vida orgánica de estos planetas, lo cual es normal porque en la Tierra ha existido por 3.500 millones de años.
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