lunes, 23 de marzo de 2015

Manu Chao cae en depresión porque sus conciertos aumentaron hueco en la capa de ozono - Incluye videos

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La noticia, que comenzó como un rumor del que se hablaba en voz baja en los pasillos del lMinisterio de Ambiente, ha sido confirmada por este blog: las emisiones de CO2 de los conciertos del cantautor francés, Manu Chao, habrían alcanzado una cantidad capaz de hacer aumentar en varios kilómetros cuadrados el agujero de la capa de ozono.
El dato se obtuvo debido a que el artista exige que cada uno de sus actos sea sometido a esta medición para así cerciorarse de que su existencia no significa una ofensa, lesión o perjuicio “a pachamamita”. “Tú sabes que más que cantante o compositor o músico, Manu es un ser sensible y en total sintonía con el cosmos. Él quiere a pachamamita más que a su madre, a su gato o a sí mismo. Por eso, desde hace varios años decidió cargar con un equipo hecho por monjes budistas que le permite medir sus emisiones, desde sus deposiciones hasta las emisiones de los vegetales macrobióticos y orgánicos que cocina al vapor con leña de árbol tumbado por castores cabeza de familia”, afirma un allegado.
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Así las cosas, para sus presentaciones en Colombia, lo primero que este exigió fue un reporte inmediato de la cantidad de emisiones del evento. Apenas obtuvo el informe, Chao habría padecido un desvanecimiento, por lo que habría sido necesario trasladarlo en ambulancia a donde un chamán de su plena confianza. 
Según otro allegado, el pobre Manu sigue sumido en una depresión profunda, encerrado en una habitación de una casa de un amigo suyo en la localidad de la Candelaria, en Bogotá. “No habla, no come, está en posición fetal aferrado a una piel de alpaca. Cada hora, una asistente golpea en la puerta y pregunta ‘¿Manu?’, él solo responde un lacónico ‘Chao’, y entonces ella se va”.
Las razones de la alta contaminación registrada en las mediciones podrían tener que ver, según expertos consultados, con los trancones generados por el público que iba a los conciertos, la avanzada edad y falta de mantenimiento de las plantas eléctricas de emergencia y, sobre todo,  el altísimo número de gases emitidos por el público en su mayoría vegetariano y, en esa medida, activo consumidor de repollitas de bruselas, brocoli, repollo, coliflor, hojaldre y cebolla caramelizada. A estas emisiones de gases biológicos habría que sumar las de las mascotas de estas personas presentes en el lugar y todas inducidas a la fuerza a adoptar el mismo régimen alimentario de sus propietarios.
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Pero la información de última hora agrega algo mucho más creíble: El 95% de los seguidores de Manu Chao, al margen de ser o no no vegetarianos, lo que sí tienen en común es que SON VARETARIANOS, razón por la cual se calcula que en cada uno de los conciertos se consumió un promedio de media tonelada de hierba, sin contar el gran cargamento de brawnies de vareta elaborados en Santa Marta, los preferidos de los universitarios, que llegaron de contrabando en mochilas arhuacas y wayuus, (¿cómo más, ah?,) para hacer honor a las premisas que pregona el cantautor: “ME GUSTA MARIHUANA, ME GUSTAS TÚ, ME GUSTA COLOMBIANA, ME GUSTAS TÚ”.
Esto lo que demuestra es el gran poder de convocatoria del artista y la coherencia entre él y sus seguidores. Y a la minoría NO VARETARIANA, nos tocó disfrutar el concierto en “aromaterapia”, porque para donde uno volteara, lo arropaba la nube espesa de humo cargado de tetrahidrocannabinol (THC), también conocido como delta-9-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC).
POSTDATA: La que si resultó fétida, contaminante, vomitiva, fue la mierda con que salió uno de los empresarios, que no vale la pena nombrar, quien, con ayuda de la policía, expulsó a los periodistas que fuimos invitados, los que promocionamos el evento, de la zona de prensa o front stage, porque “solo puede estar durante las tres primeras canciones”. ¿Qué coños significa eso? Que no podíamos tomar fotos, grabar video, ni quedarnos en nuestra zona sagrada…Pero los más de 10.000 asistentes al evento si podían seguir grabando y fotografiando toda la presentación de Manu. 
¡Cógeme ese trompo en la uña…y báilamelo! Pero en la uña del dedo chiquito del pie, grandísimo idiota paramuno de neuronas congeladas.
MANU CHAO LE CANTA A LA MARIHUANA Y HABLA SOBRE NARCOTRÁFICO

Aquí va una muestra fehaciente de que de nada sirvió sacar a los periodistas de la zona de prensa del concierto. Mas de 10 videastas aficionados subieron videos a las redes sociales.



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