Y pensar que aquí van a parar a los arroyos, ríos, lagunas y cuanta fuente de agua hay, produciendo una contaminación irreversible.
Los propietarios del metro de Pekín ofrecen a sus pasajeros pagar el viaje a cambio de botellas de plástico. De esta manera los viajeros pueden hacer su contribución para preservar el medio ambiente y a la vez ahorrarse el dinero del viaje.
Las botellas son recogidas de una forma automática y luego se envian a una planta de procesamiento. Actualmente este servicio está en fase de pruebas y se espera que en un futuro esté implementado en todas las paradas de metro de Pekín. Además, las mismas máquinas también aparecerán muy pronto en las paradas de autobuses del país.
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